PABLO PICASSO (1881-1973)
– Picasso es a la historia del Arte un gigantesco terremoto de
secuelas eternas. Con la posible excepción de Miguel Ángel (quien centró sus mayores
esfuerzos en la escultura y la arquitectura), ningún otro artista mostró tal
ambición a la hora de situar su obra dentro de la historia del Arte. Picasso
creó las vanguardias. Picasso destruyó las vanguardias. Miró atrás a los
grandes maestros y los superó cuando se lo propuso. Se enfrentó a toda la
historia del Arte y redefinió de su propia mano la tortuosa relación entre obra
y espectador.
LEONARDO DA VINCI (1452-1519) –
Para bien o para mal, Leonardo será conocido siempre como el autor de la más famosa
pintura de todos los tiempos, la Gioconda o Mona Lisa. Pero es más que
eso, mucho más. Su mirada humanista, casi científica, penetró en el arte del
quattrocento y la revolucionó con su sfumetto que nadie fue capaz de imitar.
DIEGO VELÁZQUEZ (1599-1660) –
Junto con el anterior, una de las cumbres de la pintura barroca. Pero a
diferencia del holandés, el artista sevillano se movió casi toda su vida dentro
de la cómoda, pero también rígida, sociedad cortesana. A pesar de ello,
Velázquez fue un renovador, un “pintor de atmósferas” casi dos siglos antes que
Turner o los impresionistas, y lo plasmó tanto en las colosales pinturas de
cámara (“Meninas”, “La fragua de Vulcano”) como en los audaces e inolvidables
bocetos de la Villa Médicis.
PAUL GAUGUIN (1848-1903) – Una
de las figuras más fascinantes de la historia de la pintura, su obra se movió
entre el impresionismo (que pronto abandonó) y el simbolismo, colorista y
vigoroso, de sus obras en la Polinesia. Hoy en día, Matisse y el fauvismo no
pueden comprenderse sin la obra de Gauguin.
VINCENT VAN GOGH (1853-1890) –
Pocos nombres en la historia del Arte son hoy tan famosos como el de Van Gogh,
pese al completo olvido que sufrió en vida. Su pintura, vigorosa y personal, es
una de las grandes influencias a la pintura del siglo XX, especialmente al
expresionismo alemán.
KAZIMIR MALEVICH (1878-1935)
–Creador del suprematismo, Malévich será por siempre una de las figuras más
polémicas de la historia del Arte entre el gran público, que se divide entre
aquellos que lo consideran un renovador imprescindible y aquellos que
consideran que sus obras basadas en polígonos de colores puros no merecen ser
considerados obras de Arte.
GIORGIONE (1478-1510) -
Como tantos otros pintores malogrados Giorgione nos dejará para siempre la duda
de hasta dónde podría haber llegado su exquisita pintura de haber gozado de una
larga existencia, y de qué lugar ocuparía ésta en la historia del Arte, aunque
viendo la prodigiosa evolución de su directo heredero artístico –Tiziano- es
fácil hacerse una idea.
SALVADOR DALÍ (1904-1989) –
“¡No podéis expulsarme porque yo soy el surrealismo!”, bramó Dalí cuando André
Breton lo expulsó del movimiento surrealista por sus ideales fascistas. Aunque
la frase suene presuntuosa (lo que nunca fue inusual en Dalí), lo cierto es que
las pinturas de Dalí son hoy en día las imágenes más famosas de todo el
surrealismo.
Frederic Edwin Church (1826-1900) - Church
representa la culminación de la Escuela del río Hudson: posee el amor por el
paisaje de Cole, el lirismo romántico de Durand y la grandilocuencia de
Bierstadt, siendo más valiente y técnicamente más dotado que cualquiera de
ellos. Se trata sin duda de uno de los mejores paisajistas de todos los
tiempos, tal vez sólo superado por Turner y algunos impresionistas y
postimpresionistas de primera linea como Monet o Cézanne.
EDWARD HOPPER (1882-1967) –
Hopper pasará a la historia de la pintura como el pintor de la soledad urbana.
Su obra más famosa, el célebre “Nighthawks” (1942) se ha convertido, por
derecho propio, en el símbolo de la soledad de la metrópolis contemporánea y en
uno de los iconos del Arte del siglo XX.