El dibujo infantil es un
medio de expresión muy importante en los niños. Las características del dibujo
infantil evolucionan parejas al crecimiento del niño. El desarrollo de la
psicomotricidad fina y el desarrollo cognitivo del niño influyen enormemente en
el dibujo. Así, cuando son pequeños, los niños garabatean. A medida que van
creciendo, sus dibujos son más detallados y organizados.
1. La etapa del garabateo: Desde que agarran por primera vez un
lápiz –alrededor de los 2 años- hasta los 4 años, aproximadamente, los niños
atraviesan tres momentos diferentes. Primero dibujan garabatos desordenados,
una especie de rayones en la hoja sobre el que no tienen más control que el que
les permite empezar y terminar, y que por eso mismo muchas veces sigue en la
mesa sobre la que está apoyado el papel. Más tarde logran controlar un poco más
los movimientos y pueden detenerse para llevar el trazo hacia donde desean
durante la realización de sus garabatos. Por último, el garabato con nombre
aparece cuando el niño comienza a atribuirle un significado a lo que
dibujó y entonces dice que hizo “un perro”, “un auto” o “a mamá”, a pesar de
que nada de esto sea reconocible en el dibujo.
Fase 1: garabateo descontrolado 2 años.
Fase 2: garabateo controlado 30 meses.
Fase 3: Garabateo con nombre (3-4 años)
2. La etapa preesquemática: Se da aproximadamente entre los 4 y
los 7 años y se caracteriza por la búsqueda consciente de una forma en el
momento de dibujar. Es durante esta etapa cuando se produce el momento mágico
en el que mamá o papá van a reconocer en los trazos del niño el objeto que él
dice haber representado. Lo más común es que este primer dibujo sea el de la
figura humana, que inicialmente suele representarse con un círculo y dos líneas
que salen verticalmente de él y que el niño nombra como “las piernas”, “los
brazos” o “las manos”. Estos “cabeza-pies” o “renacuajos” aparecen entre los 4
y los 5 años y se van complejizando con el agregado de otras dos líneas a modo
de brazos, con un redondel entre las piernas a modo de abdomen y, más tarde, el
cuerpo.
Fase 4: pre-esquemática (4 - 7 años)
3. La etapa esquemática: Va de los 7 a los 9 años y las formas se
hacen mucho más definidas. Ya a los 7 años es esperable que logren representar
la figura humana con detalles claramente identificables por un adulto, sin
embargo la representación de la figura humana es muy personal y puede
considerarse como un reflejo del desarrollo del individuo. En esta etapa el
niño puede considerar las relaciones entre los objetos y ya no trabaja sólo con
dibujos de objetos aislados unos de otros: esto se evidencia con la aparición
de la línea que representa el suelo y que proporciona una base al resto de los
dibujos. Más tarde aparecerá “el cielo”. Es común en esta etapa que dibujen con
transparencias y, como si estuvieran sacando una radiografía, los muebles de
una casa pueden verse a través de la pared.
Etapa esquemática (7 - 9 años)
4. La etapa del realismo:
Entre los 9 y los 12 años los chicos buscan que sus dibujos sean más fieles a
la realidad y grafican objetos, paisajes y también sensaciones, buscando ya la
tercera dimensión y tomando en cuenta la superposición. Muchas veces la
atención a los detalles del dibujo va en detrimento de la acción y las
representaciones resultan estáticas. La línea de base va desapareciendo porque
se empieza a concebir al suelo como un plano y lo que era la línea de cielo
pasa gradualmente a ser la línea de horizonte.